jueves, 17 de mayo de 2012

Hoy y la Segunda Guerra Mundial.

Después de ver imágenes en la 2, sobre la cruel guerra mundial, me paro a pensar que hoy no debía quedar ninguna duda en las personas que habitamos este mundo, sobre la inutilidad de las muertes de seres humanos en las guerras, dirigidas por unos supuestos representantes de los pueblos del mundo, que se creyeron con el poder de decidir sobre los demás y hacernos creer que luchábamos por una causa justa y que su única forma de conseguirlo era la de destruirnos unos a otros.

Después de la caída del muro de Berlín y habiendo vivido unos años donde el capitalismo despiadado de unos pocos, nos han demostrado con sus actos, la crueldad e inutilidad de jugarnos la vida por tener más dinero, en vez de pensar en mas sociedad, hoy donde la corrupción en el mundo ha llegado a las mayores cuotas de poder en todos los países, dando por bueno que en el mundo somos muchos y como decía Saramago, “Ellos piensan que algunos millones de personas somos desechables”, hoy la revolución como arma violenta para someter a los despiadados no tiene sentido y los auténticos revolucionarios de hoy, son personas que miden el valor del ser humano por baremos a base de CONCIENCIA, fíjense que no digo religión, que es otra de las armas que nuestros antepasados utilizaron para doblegar a sus contemporáneos y solo nos dejaron y nos dejan, miles de millones de muertos en defensa de unas u otras religiones.

Hoy la revolución se realizada de persona a persona, haciéndoles despertar de unos a otros, haciéndoles ver el valor de su conciencia y demostrándonos que cada persona tiene que estar siempre despierta y alerta para que no dejemos que algunos egoístas nos manejen a su antojo y consigamos ver que entre todos y por medios pacíficos, nuestra sociedad se regenerara por si sola y no por el temor al otro, sino por el temor a la conciencia de cada uno, dándonos el valor que todos tenemos, independientemente de la manzana que las personas, que solo tienen dinero, nos quieran dar para encatusarnos y nos daremos cuenta de que los que hoy parecen poderosos, lo son solo si nos dejamos manejar por su codicia y la nuestra.

Los movimientos ciudadanos, cada día son insultados por los poderosos para amedrentarlos y convencer a los aletargados que no merece la pena hacerles caso y que al final se convertirán en unos nuevos políticos y todo seguirá igual, salvo algún idealista que acabara con su cabeza en un centro siquiátrico o viviendo en unas cajas de cartón en cualquier ciudad, estos insultos son solo una muestra más de su miedo, de la armadura que ellos mismos se ponen para que al mirarse al espejo, dejar callada su conciencia y convencerse a sí mismos que ellos viven maravillosamente y los gritos de los ciudadanos son solo la desesperación de unos perro-flautas que no tienen donde caerse muertos.

La revolución que ya está en pie, será una revolución pacífica y cambiara totalmente nuestra forma de vida y nuestros valores ciudadanos, haciéndonos sentir más humanos y dignos de mantener este mundo, donde nuestro mayor regalo es vivir.

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