viernes, 11 de noviembre de 2011

CHARLA CON AMIGOS


Alrededor de una mesa nos reunimos una imagen fiel de una generación con una edad entorno a los cincuenta años.

Con la libertad y la serenidad que nos da el haber vivido en España en una época tan difícil y tan compleja como es el nacer en una dictadura y haber conocido la transformación de nuestra sociedad en una democracia sin el coste de vidas.

Sin pensarlo sale en la conversación el tema de Franco y la vida que pasamos en nuestra infancia y juventud, algunos hacemos hincapié en el hecho de que en nuestro entorno familiar no se podía hablar de política, otros dicen que en su familia al haber personas de distinto bando político si les enseñaron que se podía debatir y me alegre por ellos, sin embargo pienso que en la mayoría de las familias y sobre todo en mi entorno nunca pude saber en primera persona lo que mis familiares habían pasado ya que en el aire siempre existía una especie de tabú que enmudecía todo aquello que tuviera que ver con la guerra.

Desde la perspectiva que nos da el tiempo, me paro a pensar en nuestros padres y familiares que por culpa de defender la legalidad democrática instalada en España (la republica democrática votada libremente por los españoles) se vieron metidos en una guerra (como en todas las guerras y más en las civiles todos acaban haciendo barbaridades y matando a gente inocente) iniciada por los militares apoyados por los moros de áfrica y el dinero de la burguesía española, poco a poco invadieron toda España para, según dicen aquellos que se sienten cercanos, en su defensa, ellos manifiestan que el gobierno de turno estaba matando a curas y destrozando iglesias antes del alzamiento,(Causas: Los grandes propietarios veían con preocupación la reforma agraria, los jornaleros criticaban su lentitud, la burguesía paralizaba las inversiones y la Iglesia católica se sentía amenazada por la política anticlerical de la izquierda) bien pongamos en valor que los militares salieran en defensa de las locuras que los rojos, como ellos les llaman, estaban haciendo con su pueblo. En el supuesto de que esa era la escusa de la sangrienta guerra, el general Franco al declarar “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.
El Generalísimo Franco, Burgos 1º abril 1939”

En ese preciso momento los militares tendrían que haber dicho: Ahora que los rojos están fuera de nuestras instituciones y los objetivos cumplidos, declaramos que en un plazo de dos meses procederemos a convocar unas elecciones democráticas y justas, demostrando al pueblo español que ellos solo querían el bien de todos, lejos de hacer este discurso ellos instauraron una dictadura cruel que duro 40 años, hasta que el dictador murió.

El hecho por lo que todo el mundo nos admira, es el que los españoles consiguiéramos hacer una transición pacífica y ejemplar, yo considero que fue una labor de nuestros padres a los que nunca les hemos dado el valor que realmente se merecen, al haber conseguido desde la ocultación de los atroces acontecimiento en los que sus familiares fueron ejecutados y destruidos de una u otra forma ya bien sea moral o material, para que sus hijos no crecieran en el odio contra los que estaban machacando al pueblo con una dictadura y callando cada vez que alguien de la familia quería recordar los acontecimientos ocurridos en la guerra y en la posguerra para que todos pudiéramos conseguir esa paz, que muchos consideran que fue gracias a los dictadores de turno, cuando esa paz solo se pudo realizar gracias a las familias humildes que educaron a sus hijos en los valores de igualdad y el perdón a sus enemigos, enseñándonos que el rencor no sirve para nada y el odio solo genera odio, educándonos en una sutil forma de asumir las diferencias sin tener que forzar nunca más una guerra civil.

Esos héroes que desde el anonimato consiguieron una paz conciliada y un principio de donde partir hacia una democracia, que como todos sabemos todavía no es la que deseamos pero poco a poco conseguiremos que se convierta en una democracia real y participativa donde todos los españoles podamos mirarnos a la cara y hacer que nuestros hijos estén orgullosos de sus antepasados y no solo por el dinero que les podamos dejar en herencia, sino por la calidad de vida y solidaridad que siempre nuestro pueblo ha demostrado, como ser los primeros en donación de órganos y en salir a ayudar a los que llegan a nuestras costas engañados por otros seres humanos que un sus países de origen les están dejando sin posibilidad de futuro.

Ya es hora de honrar a nuestros padres de la posguerra sin ellos no hubiéramos podido llegar a ser quienes somos.

Gracias.

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