Si yo pudiera hablar en el 38 CONGRESO SOCIALISTA

Si yo pudiera hablar en la tribuna de este congreso, empezaría diciendo:

- No vengo a debatir si es mejor esta persona o esta otra, sino a pediros a todos los simpatizantes de este partido y de la forma de vida socialista, que despertéis, que demos un paso al frente, que como dicen algunos abramos las puertas y las ventanas para que entren las esencias de nuestra sociedad, el pluralismo de nuestras ideas, es hora de dar un paso más hacia la autentica democracia, puesto que hasta hoy solo vemos y compartimos la idea de democracia como una forma de estado donde cada cuatro años decidimos quien es el responsable de nuestra gobernanza, debemos de empezar a despertar, a hacer que la democracia con todas sus letras entre en la forma de vida de todas las personas, es el momento de apreciar al que tenemos al lado, aceptando que todos y digo TODOS tenemos algo que decir, de las palabras saldrán ideas y de ellas los cambios en nuestra sociedad.

Queremos ser demócratas, desde el principio de los tiempos, la democracia aparece por primera vez, en antiguas civilizaciones que organizaron sus instituciones sobre la base de los sistemas comunitarios e igualitarios tribales (democracia tribal).

Entre los casos más conocidos se encuentran las ciudades estados de la Antigua Grecia, en especial Atenas alrededor del año 500 a. C. La asamblea fue el símbolo de la democracia ateniense. En la democracia griega no existía la representación, los cargos de gobierno eran ocupados alternativamente por todos los ciudadanos y la soberanía de la asamblea era absoluta.

En América en el siglo XII se formó la Liga Democrática y Constitucional, donde se consagraron los principios de limitación y división del poder, así como de igualdad democrática de hombres y mujeres. Esa democracia ha sido considerada por varios pensadores como el antecedente más directo de la democracia moderna.

Hoy debemos dar un paso más adelante y conseguir que la democracia se integre en todos nuestros aspectos de la vida, desde nuestros centros de trabajo a nuestros núcleos familiares, cambiando nuestra forma de considerar la sociedad donde vivimos.
Uno de los principales problemas que tenemos hoy en día y principal causa de la crisis que parecemos es la organización de las empresas, todos nos llenamos la boca de orgullo, diciendo a los demás países que vivimos en democracia y si nos paramos a pensar en nuestra vida, nos damos cuenta que es pura fachada, que la mayor parte del día la pasamos en empresas que están gestionadas de una forma dictatorial y en donde por un sueldo nos comprometemos a hacer lo que nos digan sin poner en cuestión si este trabajo está o no concebido para el bien común de nuestra sociedad o solo sirve para engordar al capitalista de turno a cambio de un sueldo que nos hace falta para ir viviendo.

En los partidos políticos que se hacen llamar democráticos, siempre acaban siendo presidencialistas donde los más cercanos al jefe son los únicos que pueden exponer sus ideas y donde reina la guillotina del que se mueva no sale en la foto, y cuando deciden hacer un congreso como este y dejar entrar a todos para debatir ideas, se enfrentan a una publicidad que pretende boicotear dicha acción alegando que el partido se autodestruye.

Si nos centramos en el ámbito religioso, entonces ya no hay dudas, estos son totalmente dictatoriales y habitualmente incluso sectarios, donde no dejan salirse a aquellos que entraron por su fe y en cuanto discrepan de lo escrito, automáticamente son expulsados y ninguneadas, advirtiéndoles de su expulsión del paraíso.

Yo os propongo dar un paso más en democracia y hacer que nuestra vida sea totalmente democrática, donde todos y cada uno de nosotros tomemos partido en todos los actos de nuestras vidas, aportando nuestras ideas al conjunto de la sociedad para que evolucionemos todos a la vez y podamos sentirnos parte importante de nuestra sociedad, siendo más socialistas en el buen sentido de la palabra.

Pidamos que se oiga nuestra voz en todos los campos y que se debatan nuestras ideas para que nos sintamos seres pertenecientes a nuestro mundo, con el único fin de conseguir tener una sociedad más justa y menos personalista.